Descubre los aromas ideales con 4 extractos naturales para tus recetas

Los aromas son indispensables en nuestras recetas favoritas.

Si cambias o agregas sabores sin alterar las propiedades de una receta es tan sencillo como usar especias y hierbas, preferiblemente molidas.

En el caso de los dulces lo frecuente es usar extractos y esencias que con muy poca cantidad añaden sabor a nuestras preparaciones.

Uno de los beneficios de las esencias y extractos es que vienen en botes pequeñitos, ocupan poco y duran mucho porque cunden.

En casos como el de las rosas o el azahar, no se puede usar igual de bien si no se extrae primero sus aromas.

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A continuación te explicaremos qué son y cómo usar algunos saborizantes y aromatizantes sencillos y fáciles de encontrar, más allá del de vainilla para que los utilices en tus recetas favoritas:

AROMAS A AGUA DE ROSAS

aromas de rosas

El agua de rosas lo venden como aroma para utilizar en platos dulces, sobre todo de la cocina de Oriente Medio e India.

El aroma viene de las flores de rosa de damasco, muy aromática y cuyos pétalos son comestibles. Con estas rosas se hace también aceite de rosas. Su aroma se usa mucho en cosmética.

Puedes añadir agua de rosas a casi cualquier alimento dulce que quieras, aunque queda mucho mejor en preparaciones con sabores muy suaves como nata montada de coco, panna cottas veganas, arroces con leches vegetales, yogures vegetales, batidos, entre otros.

Además, combina muy bien con sabores frutales como los de cítricos, manzanas, fresas, frambuesas y grosellas.

Por otra parte el agua de rosas es un ingrediente muy interesante para hacer aguas aromatizadas, batidos, mocktails, entre otros.

AGUA DE AZAHAR

agua de azahar

El agua de azahar no se parece al limón ni a la naranja, tiene su propio aroma floral pero no tan «perfume» como el agua de rosas.

Combina con otros sabores que se suelen usar en dulces tradicionales, como el anís, las semillas de hinojo, la ralladura de limón, la piel de naranja, la canela, los siropes.

Se puede añadir a cualquier dulce, siempre en cantidades pequeñas, como todos los extractos, para que aporte una nota aromática diferente.

Prueba a añadir unas gotas de agua de azahar cuando hagas sorbete de limón, panes dulces con naranja o limón, tartas de frutas del bosque o galletas caseras con anís.

En cuanto a bebidas, puedes probar a añadir unas gotas a tés mezcla (de los que llevan té, hierbas y frutas) para conseguir un aroma más complejo.

EXTRACTO DE ALMENDRAS

almendras

El extracto de almendras tiene un aroma muy fuerte y un sabor amargo por lo que se debe tener cuidado con la cantidad a utilizar.

Normalmente el extracto de almendras se hace utilizando alcohol como solvente, pero dada la cantidad que se suele usar (dos o tres gotas), no suele ser un problema (además se acostumbra a cocinar después, con lo que el poco alcohol que hubiese se evapora casi por completo).

El aceite de almendras amargas es lo que le da ese amargor tan característico.

Este extracto viene muy bien para dar aroma de almendras a preparaciones en las que no vamos a usar suficiente cantidad de almendras como para que aporten su sabor, o no podemos añadirlas sin cambiar toda la receta. Por ejemplo, una tarta de chocolate o unas galletas de vainilla.

Para ello, puedes incorporar a la masa unas gotas de este extracto y aromatizar ligeramente nuestras tartas, bizcochos y postres. El sabor a almendras va muy bien con la canela, chocolate, vainilla, cardamomo, y frutas como las cerezas, moras, grosellas y arándanos rojos.

Puedes añadir una gota de extracto de almendras a tu café con leche vegetal, a una jarra de té helado con jengibre y limón, o a postres hechos con manzanas asadas.

¿Qué tal?

AROMAS EXTRACTO DE LIMÓN Y ACEITE DE LIMÓN

limón

Aunque la ralladura de limón actúa excelentemente a la hora de dar sabor a cualquier masa, también puedes usar extractos y aceites de limón.

Los extractos suelen ser de base alcohólica (aunque se usan unas gotas solo) y el aceite de limón es solo aceite, con un aroma muy fuerte.

Ambos pueden oler diferente, uno más pungente que el otro, porque no tienen los mismos compuestos aromáticos (el extracto de limón te puede oler más a colonia infantil), pero en el fondo se reconoce inequívocamente el olor a limón tan característico.

A diferencia del zumo de limón, no necesitas mucha cantidad y tampoco acidifica tus masas. Cualquiera de las dos opciones la puedes usar tanto en natas montadas vegetales como en tartas, bizcochos, galletas o bebidas.

El extracto o aroma de limón se puede encontrar en supermercados, mientras que el aceite de limón no es tan común.

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